Beltane se celebra en el Hemisferio sur el 1 de noviembre, y en el hemisferio norte es el 1 de mayo. Se la conoce con varios nombres: Beltaine en gaélico irlandés, Bealltainn en gaélico escoces, Biakdyn en la isla de Man, Calan Mai en Gales, Kala Mae en Breton y Kalann- me en Cornualles. Similar a lo que ocurre en Samhain, esta noche, el velo entre mundos también se desvanece.

¿Y que se celebra? Pues bien, es una festividad del amor y la pasión, de la sensualidad. El sol vuelve a calentar la tierra, se produce la unión de los dioses nuevamente para crear vida una vez más, haciendo que el ciclo vuelva a empezar.

Los celtas honraban la fertilidad de los dioses con regalos y ofrendas, que a veces incluían sacrificios de animales o humanos. El ganado era conducido a través del humo de las hogueras y bendecido con salud y fertilidad para el año siguiente. En Irlanda, se apagaban todos los fuegos de las casas y los fuegos de Tara eran los primeros en encenderse cada año en Beltane, luego se tomaba una llama de Tara y se llevaba a los hogares para encender los fuegos nuevamente.

Los romanos, siempre conocidos por celebrar las fiestas a lo grande, pasaron el primer día de mayo rindiendo homenaje a sus Lares, los dioses del hogar. También celebraron la Floralia, o fiesta de las flores, que consistió en tres días de actividad sexual desenfrenada. Los participantes llevaban flores en el pelo (al igual que los celebrantes del Primero de Mayo más adelante), y había obras de teatro, canciones y bailes. Al final de las festividades, se liberaba a los animales dentro del Circus Maximus y se esparcian frijoles para asegurar la fertilidad.

El 2 de mayo también se celebró la fiesta del fuego de Bona Dea. Esta celebración, celebrada en el templo de Bona Dea en el monte Aventino, era un festival de mujeres, en su mayoría plebeyas, que se desempeñaban como sacerdotisas y sacrificaban una cerda en honor a la diosa de la fertilidad.

Estas son las raíces de la fiesta.